Pesimismo o ejercicio de buena ciudadanía. Conciencia.
septiembre 1, 2009 1 comentario
Contar la realidad y advertir sobre el negro futuro que nos espera a la mayoría de los ciudadanos españoles no es pesimismo, sino un ejercicio de buena ciudadanía y un deber para con los demás que nos dicta nuestra conciencia.
Será siempre una práctica correcta si se argumenta debidamente, aportando datos y hechos fiables (y contrastables) que lo sustenten.
Es una labor ingrata, cierto, pero ha de hacerse, pues la gran mayoría de los medios de (in)comunicación generalistas españoles han renunciado a ello, salvo para cuando favorecen intereses bastardos (casi siempre), pues la verdad y el servicio público son sus últimas prioridades (y luego se preguntan por qué su negocio comienza a ir tan mal).
Scriptor.org Alejandro Llano: pesimismo aparente, esperanza real en la persona y la sociedad
Pocas actitudes están peor vistas que el pesimismo. Los agoreros, profetas de desgracias, son siempre mal recibidos. Se da por supuesto que hay una especie de avance mecánico hacia logros inéditos. Por eso mismo, lo que menos se perdona a los pesimistas es que el paso del tiempo les dé la razón. Y esto es lo que está sucediendo en la España actual. Una vez comprobado que se han quedado cortos, se les reprocha la ausencia de soluciones positivas en sus apreciaciones de la realidad social. Tienen una carga: la tarea de avizorar el futuro se añade al diagnóstico certero del presente.
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