Napoleón: Memorial en Santa Elena. De la vanidad y el egoísmo consumista al «decrecimiento responsable».
marzo 26, 2009 6 comentarios
La república -por uno, hoy en día, que lo sacrifique todo al bien público, hay millares y millones que no conocen más que su propio goce, su vanidad. En París se considera a la gente por su coche, y no por su virtud.
Napoleón, Memorial (en Santa Elena)
Leído anoche en el capítulo XXII de la novela Rojo y negro de Marie-Henri Beyle, más conocido por Stendhal. Napoléon es el espejo en el que se mira el protagonista, Julián Sorel, para salir de la pobreza y alcanzar el éxito social.
- Hispania Nova Napoleón y el mito romántico Irene Castells y Jordi Roca
La Carta de la Bolsa Cambio de tercio – y 2 Santiago Niño Becerra
Paralelamente, el show del ‘decrecimiento’, del crecimiento ‘responsable’. Se pasan 25 años diciéndonos que si a los 35 años no tienes un Modena, una casa en Costa Esmeralda, un ático en Kensington, y un yate en Newport eres un fracasado (a las mujeres aún no se ha aplicado, así, esa receta). Nos bombardean [los malditos publicitarios] con que la gente tiene que consumir, que regalar -lo que sea- es elegante, que hay que fabricar coches baratos para que hindúes y chinos los consuman. Y ahora empiezan a decir que hay que trabajar menos y vivir mejor, que hay que consumir lo justo, que no hay que estar centrados sólo en la vida profesional. ¡Vaya cambio!, ¿no?…
Ahora al ‘Esto es lo que hay: te conformas’, le llaman ‘decrecimiento’: ¡otra puta mierda!…
Ejemplos de decrecimiento responsable:
Periodistas 21 The New York Times bajará los sueldos
Denken Über El efecto Netbook
-> Wired The Netbook Effect: How Cheap Little Laptops Hit the Big Time
Vía Juan Varela:
Ecologistas en Acción Manifiesto de Valencia. Menos para vivir mejor: “decrecer” con criterios de equidad diciembre 2008
Hispania Nova Napoleón y el mito romántico Irene Castells Oliván y Jordi Roca Vernet
EL PAÍS Por una vida más frugal Nicolas Ridoux
Hay que ir preparando a la población para que asuma el desastre económico y social que se nos avecina, haciendo de la carencia una virtud.
LIBERTAD DIGITAL Méndez propone reducir la jornada semanal a cuatro días de trabajo
El problema no son las horas de trabajo, que también, sino la productividad y la competitividad en comparación con la de otros países con los que competimos. Nos guste o no, es así la cruda realidad.
También que el absentismo laboral español es demasiado alto, en especial en algunas zonas y fechas.
CINCODÍAS Se baja el sueldo hasta el obispo